La tercera charla del ciclo de conferencias “DisruptIA”, que Banco Sabadell está organizando este año para concienciar a sus empleados acerca de la gran trascendencia que la llegada de la IA tendrá en nuestra sociedad, estuvo protagonizada por Pablo Carlier, Head Of Data Analytics & AI para Iberia de Google. Durante su conferencia, el directivo explicó cómo Google está utilizando la Inteligencia Artificial tanto en sus procesos internos como en los productos que ofrece a sus clientes. También analizó los grandes retos que comporta la llegada de esta nueva tecnología, y la necesidad de implantar estrictas normas de control para que esta se utilice de formas que sean, realmente, positivas para toda la sociedad.

Carlier inició su conferencia recordando que la Inteligencia Artificial no es una tecnología nueva. De hecho, prácticamente todas las personas con actividad online la usan hace ya años, aunque no sean conscientes de ello. Hace tiempo que se utiliza para mejorar las prestaciones de productos como Google Maps o las búsquedas en Google, por citar tan sólo dos ejemplos. Lo realmente nuevo ha sido la aparición, durante el pasado año, de nuevas formas de interactuar con estas tecnologías, que han hecho posible que puedan empezar a ser utilizadas, de forma masiva, por todo tipo de empresas y particulares. “Entramos en nuevo escenario”, dijo, “en el que usar la Inteligencia Artificial ha dejado de ser una opción para pasar a ser una necesidad. Las empresas que no puedan adaptarse a este nuevo entorno posiblemente tendrán problemas para enfrentarse con los competidores que sí lo hagan”.

La experiencia de Google: 20 años y más de 6.000 investigadores

Para centrar la actividad de Google en este campo empezó explicando que los trabajos de investigación en esta área empezaron hace ya dos décadas, y que actualmente en la empresa trabajan 6.000 investigadores en Inteligencia Artificial. Pese a que lógicamente, y como cualquier empresa, una de sus prioridades es la de ser económicamente rentable, puso especial hincapié en recordar cuál es la misión social que Google considera prioritaria: “organizar toda la información disponible en el mundo, y ponerla a disposición de todas las personas del planeta”. Una misión para la que la Inteligencia Artificial se ha revelado como un recurso extraordinariamente útil. Entre las aplicaciones prácticas que ya se han derivado o se podrían derivar en breve plazo de combinar la IA con los datos de que Google ya dispone destacó, por citar algunos ejemplos, los siguientes:

  • Predecir riesgos de inundación para alertar a las zonas afectadas
  • Predecir el rumbo que tomarán incendios forestales ya declarados y facilitar por tanto su extinción
  • Facilitar el diagnóstico de riesgos de enfermedad, incluso en zonas con pocos médicos
  • Pronosticar la futura evolución de enfermedades
  • Facilitar y agilizar la catalogación de las proteínas existentes
  • Facilitar el descubrimiento de nuevos materiales
  • Agilizar todos los trabajos derivados o relacionados con programación informática
  • Agilizar los circuitos de comunicación entre las administraciones públicas y la sociedad.

La IA, y el reto de su implantación en las empresas

La inteligencia artificial está transformando el mercado laboral. Algunas tareas que antes realizaban los humanos ahora pueden ser realizadas por máquinas. Esto ha generado preocupación sobre el impacto de la IA en el empleo.

Sin embargo, es importante recordar que la inteligencia artificial también está creando nuevos empleos. Se necesitan trabajadores cualificados para desarrollar, implementar y mantener sistemas de IA. Además, la IA puede liberarnos de realizar tareas repetitivas y permitirnos centrarnos en trabajos más creativos y gratificantes.

La clave para el futuro del trabajo es la adaptación. Los trabajadores deben estar dispuestos a aprender nuevas habilidades y adaptarse a los cambios del mercado laboral. Los gobiernos y las empresas también deben invertir en la formación y el desarrollo profesional para ayudar a los trabajadores a adaptarse a la economía digital.

Lógicamente, las empresas han empezado ya a integrar en su funcionamiento este tipo de tecnología, que ya es muy importante en actividades como los servicios de atención al cliente, pero que ahora comienza a ser aplicada también en otras áreas como el análisis de mercados o de otros ámbitos de negocio. En este sentido, Google ha lanzando Gemini, su nueva herramienta de Inteligencia Artificial que incorpora una serie de herramientas específicas orientadas a facilitar una amplia variedad de tareas de tipo profesional. Lo que lleva directamente a uno de los temas de los que más se ha hablado durante los últimos meses: el impacto de la IA en el mercado laboral. En este sentido, según Carlier, “creo que es pronto para vaticinar qué va a suceder en este sentido, mi opinión personal es que, efectivamente, las tareas de menor valor añadido pasarán a ser desarrolladas por la IA, lo que nos liberará para hacer mejor aquellos trabajos en los que sea imprescindible la intervención humana. En cierta forma, la IA es como el piloto de un avión. Todos sabemos cuando volamos que buena parte del trayecto lo gestiona un piloto automático. Pero a ninguno se nos ocurriría montar en un avión sin un equipo humano en la cabina de pilotaje”.

Google y el beneficio social de la Inteligencia Artificial

En otro orden de cosas, puso especial interés en destacar al compromiso social de Google a la hora de lanzar soluciones de IA o de colaborar con empresas para que diseñen sus propias herramientas. “Actualmente, nuestra empresa tiene funcionando un total de 15 servicios de Inteligencia Artificial que utilizan 500 millones de personas. Todos ellos, han sido cuidadosamente analizados y chequeados por diversos comités especializados, antes de ser lanzados al mercado. Y hemos renunciado a desarrollar varias herramientas por no tener clara su utilidad social o no estar seguros de poder garantizar la seguridad y privacidad de los datos que se necesitaban para su funcionamiento”. En este sentido, hizo referencia también a aquellas utilidades que no se ejecutan en la nube si no en local, en algún dispositivo del usuario, para garantizar la privacidad de los datos. O hizo también referencia a la negativa de la empresa para facilitar el acceso abierto a algunas de sus herramientas (como el reconocimiento facial de Google Photos) para evitar posibles usos indeseados de esta tecnología. También explicó algunos problemas concretos que algunas empresas ya han tenido que superar por hacer un uso poco adecuado de la IA.

La IA es una tecnología en rápido desarrollo con el potencial de transformar muchos aspectos de nuestras vidas. Es importante mantenerse informado sobre los últimos avances en inteligencia artificial y comprender los posibles impactos de esta tecnología.

El futuro de la inteligencia artificial es incierto, pero está claro que esta tecnología está teniendo un profundo impacto en la sociedad. Es importante que trabajemos juntos para garantizar que la IA se utilice de manera responsable y ética para el beneficio de toda la humanidad.

Con el objetivo de facilitar, a todas las personas interesadas, un mayor conocimiento de las posibilidades y de las precauciones que hay que adoptar antes de empezar a implantar este tipo de tecnología, Banco Sabadell ofrece la posibilidad de visionar online las conferencias de este ciclo. La charla de Carlier está disponible en este vídeo.