¿Pueden las personas con alguna discapacidad o limitación importante de movimientos diseñar e imprimir en 3D? A tenor de la última sesión del Ciclo DisruptIA, un programa de conferencias que organiza el equipo de Analítica e Inteligencia Artificial Banco Sabadell para acercar las virtudes de la inteligencia artificial (IA) al conjunto de sus profesionales, la respuesta es sí. Los responsables de 3DLAN, Egoi Azkarraga y Alberto Martínez, acudieron a la sede corporativa del banco en Sant Cugat del Vallés para pronunciar una conferencia sobre diseño inclusivo asistido por IA y transmitir un mensaje esperanzador: la inteligencia artificial puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas que más lo requieren con soluciones personalizadas.
Desde hace años, la asociación vasca, con sede en Getxo, 3DLAN (www.3dlan.org) se dedica a diseñar y producir, gracias a las enormes posibilidades de la impresión 3D, todo tipo de objetos que puedan facilitar el día a día de las personas que padecen distintos tipos de discapacidades con el objetivo de que ganen autonomía e independencia. Sus responsables realizan esta labor colaborando con diversos centros educativos o de formación profesional, que pueden así centrar sus proyectos académicos para resolver necesidades reales y ayudar a terceras personas. Entre los proyectos que ya han materializado aplicaciones de IA se podrían destacar, entre otros muchos:
- Joystick para mejorar el manejo de sillas de ruedas
- Soportes especiales para facilitar el acceso a sesiones de musicoterapia a personas con discapacidad
- Cucharas adaptadas a necesidades especiales
- Complementos que permiten a personas con movilidad reducida cortar carne y comer de forma autónoma
- Soportes para mejorar la sujeción de vasos en sillas de ruedas
La mayor parte de estos proyectos parten de diseños concebidos originalmente por sus usuarios finales. Una vez finalizados, 3DLAN comparte los archivos que permiten realizar esas impresiones en 3D, así como todo el proceso previo de creación (para que el producto final pueda ser adaptado, si así se quisiese) en su web, y que todo el mundo pueda descargarlo si lo necesita.
Las nuevas posibilidades derivadas de la llegada de la IA
Hasta ahora, el proceso de crear un proyecto de impresión en 3D era una actividad relativamente técnica que requería una serie de conocimientos especializados. Esto es, sin embargo, una de las muchas cosas que parecen destinadas a cambiar con la llegada de la inteligencia artificial. Los miembros de 3DLAN ya lo están lo experimentando mediante el uso de aplicativos de inteligencia artificial que permiten transformar dibujos hechos con papel y lápiz, que luego la IA convierte en modelos informáticos comprensibles para las impresoras 3D. O incluso han hecho ya intentos de crear objetos por medio de chat con inteligencia artificial, como ChatGPT, a través de instrucciones habladas.
Aunque los resultados distan mucho, aún, de ser perfectos, según explicaron Egoi Azkarraga y Alberto Martínez durante su charla, las primeras experiencias son muy esperanzadoras. En períodos relativamente breves, se han alcanzado ya resultados finales gracias a aplicaciones de IA que hasta hace poco requerían muchas horas de trabajo por parte de profesionales altamente cualificados. Ello permite suponer que en poco tiempo sería posible, incluso, que las personas con algún tipo de discapacidad puedan diseñar, de forma autónoma, lo que necesiten imprimir en 3D.
Con una información muy básica, ya sea dibujando sobre un papel, dando instrucciones verbales (reconocimiento de voz) o incluso, en algunos casos muy concretos en los que no se dispone ni de movilidad física ni de capacidad de expresarse verbalmente, mediante un software que convierte el movimiento de los ojos en texto, la IA es capaz de interpretar los mensajes y materializarlos en objetos tangibles. Ya se han alcanzado algunas experiencias exitosas en este sentido. Todo ello hace vislumbrar que la IA generativa presenta un potencial enorme para las personas que tienen alguna discapacidad relevante. Su futuro, tal y como sostuvieron Egoi Azkarraga y Alberto Martínez, proyecta un recorrido esperanzador.