
Mientras tú duermes, la inteligencia artificial (IA) sigue evolucionando y ampliando sus capacidades. ¿Renunciarías a potenciar las tuyas con ayuda de la IA solo por miedos o barreras mentales a utilizarla? Esta reflexión estuvo muy presente durante la intervención del experto en inteligencia artificial Fernando de la Rosa en el Ciclo DisruptIA de Sabadell Forum, una iniciativa organizada por el equipo de Inteligencia Artificial y Datos de Banco Sabadell.
El fundador del blog Titonet propuso una idea clave: la IA no debe verse solo como una herramienta, sino como una capacidad que transforma nuestra manera de pensar y de crear nuevas lógicas a través del diálogo con la tecnología. Este enfoque invita a reconsiderar el papel de la inteligencia artificial no solo como un apoyo técnico, sino como un auténtico catalizador de cambio cognitivo y cultural dentro de las organizaciones.

Romper los miedos a la inteligencia artificial para avanzar
Uno de los mensajes más destacados de Fernando de la Rosa fue la importancia de romper los miedos y barreras mentales que frenan la adopción de la inteligencia artificial (IA). Entre ellos, el temor a que la IA elimine puestos de trabajo. “No se trata de saber programar, sino de cambiar la forma en que pensamos los problemas”, explicó. La clave está en comprender que la IA no sustituye, sino que amplía nuestras capacidades humanas, y que su uso requiere una mentalidad abierta, basada en la experimentación, la conversación y la lógica adaptativa.

TDH: la regla práctica de Fernando de la Rosa para aplicar la IA
Para impulsar la integración de la inteligencia artificial en las empresas, De la Rosa propuso una regla sencilla pero eficaz que él mismo aplica: TDH (Tareas, Datos y Herramientas). El método consiste en identificar las tareas que se quieren optimizar, recopilar y estructurar los datos necesarios, y finalmente elegir la herramienta de IA más adecuada. Esta secuencia ayuda a evitar el error común de adoptar tecnología sin un propósito definido, favoreciendo una implementación estratégica y con valor real para el negocio.
Fernando de la Rosa: “La inteligencia artificial no es una herramienta, es una capacidad”
Radiografía del uso real de la IA
Durante la sesión, Fernando de la Rosa compartió los resultados de un estudio elaborado por su empresa con más de 5.000 profesionales, centrado en el uso real de la inteligencia artificial (IA) en el entorno laboral. Los datos ofrecen una visión clara del estado actual y de su grado de adopción:
- Solo un 4 % de los encuestados utiliza la IA de forma intensiva y transversal en su trabajo diario.
- Un 20 % la ha probado en tareas concretas, como la generación de textos o el análisis de datos.
- El 76 % restante aún no ha incorporado la IA de manera significativa, principalmente por desconocimiento, falta de formación o miedo al cambio.
Estos resultados refuerzan la idea de que el reto de la inteligencia artificial no es únicamente tecnológico, sino también cultural y formativo. La tecnología avanza más rápido que las personas y las organizaciones, pero la transformación que impulsa la IA ya está en marcha. Su impacto es tan profundo que nadie puede permitirse ignorarlo ni quedarse atrás en esta ola de cambio.

Pensar distinto, pero también con sentido crítico
El fundador de Titonet, Fernando de la Rosa, advirtió sobre una característica común de los actuales modelos de inteligencia artificial (IA): están diseñados para ofrecer respuestas incluso cuando no tienen plena certeza de su veracidad.
“La IA busca satisfacer al usuario, aunque eso implique generar una respuesta plausible”, explicó. Por ello, subrayó la importancia de mantener una actitud crítica y analítica frente a los resultados que ofrece la tecnología. No todo lo que dice la IA es cierto; validar la información y aplicar pensamiento crítico es una responsabilidad esencial del usuario.
Hacia una nueva mentalidad digital impulsada por la IA
La intervención de Fernando de la Rosa puede resumirse en una idea clave: la inteligencia artificial no es solo una cuestión de software, sino de mentalidad y aprendizaje continuo. Adoptarla supone pensar de forma diferente, conversar con la tecnología y aplicar nuevas lógicas en la toma de decisiones. En un entorno donde el cambio es constante, desarrollar esta capacidad es lo que marcará la diferencia entre adaptarse o quedarse atrás.